Capítulo 5. Me ilusioné otra vez...

¡Aquí tenéis el Capítulo 5! Es un poco triste pero es para que veáis como puede llegar a ser Spike, después de el bonito final del Capítulo 4. Besoss

Estoy confusa, ¿de verdad ha pasado? No, debe de haber sido un sueño, o una pesadilla. Después de lo que me hizo... ¿Le sigo queriendo?

-¡Dakota! ¡Dakota!

-Beid... -Digo titubeante.

-Sí, y Cherry.

-¿Qué hacéis aquí?

-Eso no importa. ¡Te besaste con Spike!

-¿Có... cómo lo sabéis?

-Las cámaras estaban grabando desde que llegamos. -Me responde Beid.

-Todo el mundo lo ha visto. -Añade Cherry en un susurro.

Me quedo en silencio, paralizada por saber que lo que creía casi cierto es completamente verdadero. Las tres estábamos quietas, y de repente muchos pasos empiezan a subir al piso de arriba. Donde están las habitaciones y dónde nos encontramos nosotras.

-¡¡Dakota!! -Gritan April y Kationak a la vez. Seguidas de las otras, todas entran en la gran habitación en la que dormimos todas.

-Anda que vaya manera de empezar el año ¿eh? -Ríe Queen mientras se sienta a mi lado y me da un codazo amistoso en el brazo.

-¿Besa bien? -Pregunta interesada Rea, me parece que demasiado interesada.

April, Kationak, Nina, Queen y Rea han entrado en la habitación, pero Ranun y Trisha no están con ellas.

-¿Dónde están Ranun y Trisha? -Pregunto incorporándome en la cama, mientras paso de los comentarios, que a decir verdad me han molestado un poco.

-Abajo, viendo la repetición de los juegos de ayer. -Responde Nina con tristeza, se ha dado cuenta de que los comentarios no me han gustado mucho.

-¿Bajamos? -Las pregunto con una sonrisa, que ellas responden con otra y un abrazo.

Las ocho bajamos por las escaleras, y aun que el trayecto es corto, por mi cabeza pasa un sentimiento muy profundo. April ayer no era más que una chica sin relacionarse con nadie, y hoy... es otra. Y Nina... la conocimos ayer y es como si la conociera de toda una vida.

Llegamos al salón y mi pensamiento se agota, las diez hemos formado un gran grupo de amigas, en las que confiamos.

Mi sonrisa no dura mucho, pues llegamos en el momento en el que entrevistan a Spike después de la noche.

-Lo del beso de Dakota no ha sido nada. Sólo que se me tiró encima y yo... no pude apartarme de ella. Dakota es una chica muy maja y simpática, sólo que... es demasiado tímida. Como ya le dije en su día...

La tele cambia de imagen y la presentadora habla.

-¿Cómo acabará está historia de amor?

De repente... Veo borroso... No puedo... ver nada... Solo recuerdo... la sonrisa de Spike... Me tiemblan las rodillas...

-¡¡Estúpido!! ¡¡Cabrón!! -Con sigo gritar con furia, antes de caer de rodillas al suelo, en un mar de lágrimas. Mis amigas están petrificadas, no saben que decir ni que hacer.

Mis gritos se han oído incluso fuera de nuestra cabaña. Marcus y Renata se apresuran corriendo gritando cosas que no puedo entender. El pelirrojo, el rubio y todos los demás entran en el salón. Al final de todos entran Spike y Bradlee, quienes mantienen una discusión bastante grave.

-¡Dakota! ¡Dakota! – Me llama alarmada Renata, arrodillada junto a mí. ¿Cuántas veces me han llamado así hoy? Unas cuantas. -¿Qué te ocurre?

No puedo hablar, señalo la tele y una nueva lágrima recorre mi mejilla.

-Este cabrón de Spike es el culpable de que Dakota se encuentre así. –Suelta con verdadero asco Beid. ¡Cuánto la quiero! –Pienso.

-Esperar, no le podéis culpar así. –Le defiende Marcus. Tíos –digo para mis adentros.

-¿Cómo que no? –Salta Ranun desde el sofá, que desde entonces había estado callada y rabiosa. -¡¡Mira!! –Grita, mientras enchufa su móvil en la tele y les enseña a los demás las imágenes que me han hecho ponerme así.

Spike y yo besándonos y… la entrevista de Spike. (Estúpido.)

-No es para tanto… -Titubea Marcus intentando defender lo que no se puede.

-¿Qué no es para tanto? –Le planta cara Renata. – ¿Tan poco corazón tienes?

-Pero… Yo…

-Mira Marcus, no estoy dispuesta a estar con un hombre tan insensible. –Baja la mirada, incapaz de mirarle y suelta. –Hemos terminado.

-Venga mujer. –Empieza a hablar Spike. –No cortes con él por la culpa de esta estúpida, que llora por cualquier tontería sin motivo.

-¡Pero tú…! –Empiezan a decir todas a la vez. Pero yo las corto.

-Sí, tienes razón. Soy una estúpida, una estúpida por haber salido alguna vez contigo, una estúpida por anoche pensar que habías cambiado, y una estúpida por seguir queriéndote. Pero no te preocupes, eso se acabo.

-Menos mal… Ya pensaba que te tirarías toda la vida por mí.

Ahora sí que sí, dejo que las chicas se lancen a por él. Y yo soy incapaz de moverme. Nina, April, Kationak y Queen le cogen de las piernas. Rea, Trisha y Ranun se ocupan de los brazos. Mientras que Cherry y Beid me ayudan a levantarme.

Me dirijo sola a mi habitación mientras las demás insultan y piden explicaciones a Spike. Voy a entrar por la puerta cuando me tropiezo, las piernas me siguen temblando, pero una mano suave y agradable me coge del brazo. Es Bradlee, con el semblante serio y cariñoso, quien me ayuda a entrar en la habitación y cerrar la puerta.
 

-Quiero estar sola. –Le digo en un susurro.

-Déjame acompañarte, por favor.

Su mirada me pide aceptar, y sus pupilas están dilatadas por el enfado.

Asiento con la cabeza y esbozo una sonrisa. Él sonríe y me doy cuenta de algo, cuando sonríe se vuelve más guapo de lo que es. Me acompaña a mi litera, situada abajo a la derecha, y me tumbo, él se tumba a mi lado. Apoyo la cabeza en su hombro y me alegra saber que sigue sonriendo.

A partir de este día, empezaría mi diario. Y ya tengo el de hoy:

 

Primer día de Enero del 2300

Hoy me siento miserable.
Hoy partieron de nuevo mi corazón.

Hoy ya no quiero creer en el amor.

Hoy sin embargo, quiero soñar que hay alguien

más al que pueda amar.

 

Y son en esos momentos en que te ilusionas, en que un sólo beso te puede llevar a tocar las nubes. Y es esa mente que te juega una mala jugada, empiezas a ilusionarte, porque sin darte cuenta comienza a pensar más en ello, a hablar de ello... y de pronto cuando estás segura de que tienes un interés, todo se viene abajo, te rompe tu corazón lentamente, te sientes tan miserable, que quieres partirle la cara a cualquier persona que pase. Pero tienes que guardar la compostura, debes sobrellevar un orgullo como toda chica. Y es hasta que llegues a tu casa para tirarte a tu cama, y gritarle todo lo que no podías de frente, llorar y prometerte una vez más.... no volverte a ilusionar.