Capítulo 4. En Torno al Fuego. Pt.2

Aquí tenéis la segunda y última parte del capítulo 4. Estoy segura de que algo del final os gustará. :D

Los siguientes minutos no son casi nada para mí, solo momentos que recordaré cuando añore estos juegos.

Lo único especial es la sonrisa de Bradlee. Nada más saber que íbamos a ir juntos una sonrisa le iluminó la cara. Y aunque con la presencia tan cercana de Spike nunca me tendría que sentir así, estoy feliz. Su cara me hace sonreír y cada vez que él sonríe... ¿me derrito? ¿Me congelo? No sé, creo que una mezcla de ambos.

Pero todo lo bueno tiene que venir con algo malo. Spike no ha dejado de mirarnos ni un instante, y ya ni siquiera intenta ocultarlo. Su semblante es enfadado, pero en sus bonitos ojos puedo deducir tristeza y añoranza.

Cherry no para de intentar captar su mirada, o simplemente, una simple muestra de que sigue en el mundo de los vivos.

Parece que las tres pelirrojas han hecho buenas migas tras descubrir que están en el mismo equipo, me encantará verlas en acción.

Pasan las uvas y de nuevo al rededor del fuego, no he podido parar de escuchar risas y vítores de alegría, de todos menos de Spike. Se le me apagado y triste. ¿Qué podría hacer?

Pero como una respuesta a mis palabras empieza a sonar una canción que conozco. Se llama Living It Up, de Cam Meekins. De esta canción me encanta el estribillo entre otras cosas, pero desde lo de Spike no he vuelto a escucharla. Solíamos tumbarnos en la arena y escuchar esta canción mientras nos mirábamos a los ojos.

Mi mirada se vuelve a cruzar con la de Bradlee y otra sonrisa le viene a la cara. ¿Por qué me provoca estas sensaciones su sonrisa? Entonces su boca cambia de mueca, formando palabras.

-Te ....

Pero justo apareció Spike, para ponerse entre medias e impidiéndome ver el mensaje de Bradlee.

Luego recuerdo que los dos salieron atropelladamente al bosque. Y yo como una tonta, les seguí. Recordando el dicho que oí una vez: La curiosidad mató al gato. Bueno, no era una mala forma de morir, pensé.

-¿Tú te has .... cuenta de lo que .... a hacer?

Las palabras se encontraban cortadas, pero se reconstruyen fácilmente. (¿Tú te has dado cuenta de lo que ibas a hacer?)

-No, ha .... un impulso. -(No, ha sido un impulso)

¿De qué hablarán? De momento no he conseguido saber de qué hablaban.

-Mira Brad, ¿déjala en paz vale?

-¿Para que te vuelva a odiar a ti?

-No sé de qué vas pero te juro que conseguiré volver con ella. La quiero y eso no cambiará.

Ahora se les oía claramente por lo que… ¡se estaban acercando! Lo único que pude hacer fue esconderme alrededor de un árbol y esperar. Se oyen un par de casos derrotados y confundidos, Bradlee.

-¿Cómo tú por aquí?

Me doy la vuelta y contemplo a Spike, tiene la luna detrás y no puedo verle la cara. Pero diría que ¡está llorando!

-Doy un paseo. –Intento sonar segura y firme. –Ese ambiente de fiesta no me va.

Spike se quita de delante de la luna y se pone a mi lado, los dos nos apoyamos sobre una roca.

-¿Cuánto has oído? –Esa pregunta me pilla sorprendida, pero respondo fácilmente.

-Lo suficiente. –Me aclaro la garganta e intento imitar su voz. –La quiero y eso no cambiará.

Spike ríe y más recuerdos acuden a mí. Las tardes juntos, los helados, las mañanas en la cafetería… Pero entonces, cometo un error y le miro a los ojos.

Él me habla pero yo ya no le escucho, estúpidamente me he perdido en su mirada, como en los viejos tiempos. Es espeluznante saber lo hechizada que me tiene aun cuando hizo de mi vida el infierno.

¿He dicho ya lo de su mirada? Sí, creo que sí.

De fondo, el amanecer. En mi cabeza, él. Y en mis labios, los suyos. ¿Describir este momento? Imposible.

En menos de 20 segundos nuestros labios se habían encontrado atropelladamente, pero segundos después el molde de los viejos tiempos hizo que nuestros labios encajaran como uno solo.

De mi cabeza se alejaron los momentos tristes y difíciles, AHORA SOLO EXISTÍA ÉL.